viernes, 31 de mayo de 2013

Cáncer

"Perdí el DNI y lo tenían en una comisaría. Cuando fui a recogerlo, la agente que me atendió lo encontró entre los muchos documentos perdidos, y me dijo: 'Sí, está aquí, pero, ¿sabes qué? Si no me das 200 chelines, se va a volver a perder'. Ah, mierda, toma [gesticula como sacando dinero invisible del bolsillo]. Y ese fue el incidente que inspiró la canción".

Quien habla es el músico keniano Eric Wainaina y la canción es la que sigue:



Se trata de la pegadiza Nchi ya Kitu Kidogo (en suajili: "País de pequeños sobornos"), un himno en Kenia. Un tema publicado en 2001 que suena en la radio de manera habitual, pero cuyo mensaje no parece calar en absoluto. El pago a la Policía por tal o cual falta (en ocasiones, inventadas) está tan extendido y es tan habitual que corrupción -cada vez estoy más convencido- es un término que demasiada gente desconoce que sea negativo. Y es más sangrante en un país en el que el sueldo de los diputados es unas cien veces el mínimo interprofesional.

El pasado mes de febrero, antes de las elecciones kenianas del 4 de marzo, realicé varias entrevistas para escribir esta crónica sobre cómo la corrupción influye en el voto. Lo que viene a continuación son fragmentos de estas charlas, recortes de prensa y algún que otro apunte sobre lo visto, vivido, leído y oído sobre uno de los grandes males de Kenia.