La primera vez que viví en el extranjero fue en Italia. A pesar de no llevar hebilla extragrande de DG, gafas de sol hasta por la noche y camisetas ajustadas hasta límites truchotes, cualquiera me habría confundido con un indígena.
En mi segunda estancia prolongada fuera de España, pasé más de medio año trabajando en China, donde, a pesar de mi estatura y del vello facial, de lejos, en mi fantástica Flying Pigeon, con poca luz y a los ojos de un miope, podía llegar a pasar por local.
Ahora vivo en Nairobi. Y ya ven, de nada sirve esconderse.
Ya puestos, vamos a darle un poco de guasa al asunto, cortesía de Frank-T.
3 comentarios:
jaja, casi tienes la carita de "salir a jugar" en esta foto...
que porte, que pelo en el pecho, que blancura neutrex colon...
el tío de al lado le está diciendo a su compañero "jo, es que es transparente, el chaval...jijij... cámbiame el sitio, que me da la risa y me lo va a notar..."
te lo dije antes de irte...
eres un blanco perfecto
Publicar un comentario