Aunque con algo de retraso, ha empezado la temporada corta de lluvias, entre octubre y diciembre (hay una más larga entre marzo y mayo). Desde que el sol empieza a caer, una cortina de agua cubre la ciudad y concluye el día antes de tiempo, aunque, por fortuna, las trombas suelen caer por la noche.
Cuando cesa, miles de insectos toman las calles. Son una especie de termitas aladas llamadas guya en la lengua kikuyu. Tienen esta pinta y los indígenas, me aseguran, se las comen sin pestañear.
Pero a pesar de los diversos inconvenientes de las lluvias (multiplica los atascos por cinco, te embarras a la mínima, bichos invasores...), la ciudad se ve más verde y fresca. En el fondo, yo también bendigo estas lluvias...
2 comentarios:
buen tema. por un momento no sabia si estaba en tu blog o en el de M80...
espero que no me invites a comer guya.
... es en la kiss, sanbru, en la kiss efeeeeemeee...
a mí es de los temazos que me hacen subir el volúmen del casete del Laguna y cantar en guachiguó como una loca...
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