El Hotel Ras ("príncipe") de Adis Abeba tiene su historia. Aquí se alojaron Tito y Mandela cuando les iban mal las cosas en sus respectivos países. Y aquí se quedó en alguna visita a la capital etíope Kapuscinski, como él mismo relata en El Emperador. No soy especialmente mitómano, pero me apetecía ver la pinta que tenía el lugar. Bastante buena, por cierto.
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