miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ejercicios de calentamiento para Kenia 2013

Diciembre ha sido un mes interesante en el terreno político en Kenia. Me explico: se han concretado todos los malabarismos posibles e imaginables para aspirar a la presidencia del país, que se disputa en las elecciones previstas para el próximo 4 de marzo.

La verdad es que el tema cabalga entre ser de risa y ser dramático. Tragicómico. Por eso, y para no atragantarse con los polvorones, he optado por ilustrarlo con las viñetas de mi bienamado Gado, el caricaturista del Nation Media Group. Y nos lo tomaremos a cachondeo.

Después de que los diputados retrasaran las elecciones de agosto a diciembre de 2012 y, después, a marzo de 2013, ahora sí que sí parece que los kenianos van encarrilados a las urnas...

Hay luz al final del túnel, hay luz al final del túnel...

martes, 18 de diciembre de 2012

Kenianas: Emmy

Emmy lleva peluca. Como casi todas las mujeres acá. Pero se la cubre al vestirse de criada cuando trabaja en casa del señor Tamura. Emmy tiene luz, agua, retrete y ducha en su casa, que, además, es de cemento y no de chapa y uralita. Emmy tiene casi 38 años. "Aunque en mi carné de identidad pone que nací en 1976". Sabe que no merece la pena perderse en la burocracia keniana para enmendar la errata. Emmy es una de las kenianas más simpáticas que he conocido.

Emmy viene de un pueblo del oeste keniano, de Chirangani. Es de la tribu kalenjin, como los corredores más reputados de Kenia. Se parte de risa cuando le cuento que "una tienda de ropa de Europa ha dedicado a su tribu, la de los mejores corredores, su marca de atletismo". Emmy tiene a sus dos hijos en el pueblo. Emmy no tiene marido. Emmy habla tres idiomas.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Comprar un camello

Lleva un bastón apoyando en un hombro y cubre sus piernas con una colorida manta de cuadros blaugranas. Sus orejas están perforadas; sus dientes, hechos un asco. Sus treinta y ocho años equivalen a unos sesenta de los nuestros. El sol, en esta zona casi desértica del norte de Kenia, aplatana. Lemaya Liobor, comerciante de la tribu rendille, ha caminado tres días desde Ngurnit para llegar al mercado de ganado de Merille -donde se venden cabras, vacas y camellos-, y puede que se vuelva sin haber cerrado una sola venta.


"Vengo a pie, pero vuelvo en coche", aclara. Todo apunta a que la vuelta, aun motorizada, será con las manos vacías: el mercado está a punto de cerrar y no ha logrado acordar un buen precio para desprenderse de ninguno de sus camellos.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Los hombres del saco

Imaginen la siguiente escena: tres hombres de Oriente mascan estimulantes hojas de khat (también llamado miraa) mientras se afanan en empaquetar sus mercancías, que transportarán en una larga travesía en camello y que, intercambio comercial mediante, convertirán en el ansiado oro. Además, el acto transcurre en el mítico país de Punt, origen de buena parte del incienso que se quemaba en la Antigüedad. ¿Les recuerda a algo?

Ahora que ya es navidad -de hecho, desde hace semanas- en el Corte Inglés y, por ende, en todo el mundo (en Nairobi, viene acompañada de un calor de cojones y camisetas navideñas de manga corta), podemos abordar un tema muy al hilo en estas fechas. Prometo que no son los anuncios de colonias, ni de juguetes, ni el discurso del rey, ni si en el portal de Belén había bueyes, cebras cruzadas con orangutanes o jirafas.

Se trata, más bien, de un recurso natural casi olvidado en el primer mundo, de uso muy extendido en el segundo y el tercero, de gran impacto para el medio ambiente, y que en España viene fuertemente asociado a la navidad.

El carbón. Vegetal, para más precisión.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Lo clásico

- Vaya, tenéis un aeropuerto muy nuevo...
- ¡Qué va! ¡Es viejo!
- ¿Ah, sí? -pregunto, sorprendido, mientras miro de nuevo el moderno edificio- ¿Cuándo lo construyeron?
- En 2003. Así que tiene casi... ¡diez años!

Hablé una vez de la elasticidad del tiempo y de la distinta concepción que por esta zona se tiene. Es un tema manido a más no poder, pero hay otro relacionado, quizá menos recurrente y que me resulta chocante: lo clásico y lo antiguo. Así pues, esa conversación con un taxista de Eldoret no debería resultar sorprendente.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Reprimiendo las ganas de un baño

Esperaba un nuevo pasaporte para volver de Uganda a Kenia y me encontré, al improviso, con unos cuantos días de regalo en el país vecino. Estaba en una casa de prestado, a media hora en moto de Kampala.

En los ratos muertos en aquella casa de Munyonyo, cuando mis anfitriones se encontraban ocupados y zanjaba el trabajo del día, no me quedaba mucho por hacer. Por eso, en ocasiones, salía de la casa y caminaba por un camino vecino hasta el final. Porque allí estaba el lago. El lago. El Lago Victoria.

Vista del Lago Victoria en Munyonyo que viene al pelo: "Chapuzones por tu cuenta y riesgo". Cortesía de Google Imágenes

No recuerdo de dónde me vino la manía (una más de las incontables que tengo) de tocar las cosas, no conformándome con verlas. El primer recuerdo que me viene ahora a la cabeza data de hace una década, cuando, en la Acrópolis de Atenas, me dio por manosear los cortes del mármol que las tantas veces recompuestas columnas del conjunto monumental dejaban entrever.

Frente al Lago Victoria, unos años después, me sucedió lo mismo. Aunque fuera, tenía que tocar el agua. Porque no me podía bañar.

lunes, 29 de octubre de 2012

Una de monos


Cuidado con los babuinos. Hell's Gate, Kenia


En una República de Bananas tocaba antes o después hablar de nuestros mejores clientes, los monos. El autor de este blog recomienda la audición de este tema durante la lectura de la siguiente entrada:



martes, 23 de octubre de 2012

Esta parcela no está en venta

"I had a house in Africa at the foot of Yaya Centre".

Karen Blixen de Triana


La casa era espectacular. Tenía un jardín inmenso que desembocaba, al otro lado de la valla, en un bosque. Y había una piscina y un cobertizo en el que alguna vez hicimos una barbacoa. El sitio era tranquilo y silencioso, y uno podría haber pasado horas y días sentado en aquel jardín, leyendo, bebiendo, hablando. O, simplemente, mirándolo y respirando bien hondo.
Al poco de llegar yo a Nairobi, mi amiga tuvo que irse de allí. Los dueños habían decidido usar el terreno de esa bonita casa colonial para construir un impersonal (pero mucho más rentable) bloque de pisos.

Bienvenidos al maravilloso mundo de la burbuja inmobiliaria de Nairobi.

jueves, 18 de octubre de 2012

La estación de lluvias ha llegado de golpe

Octubre comenzó con fabulosos días de sol, tras varias grises semanas en septiembre. Pero una noche, hace cosa de una semana, llovió el mundo entero sobre Nairobi. Lo hizo con una fuerza tal que me despertó y mantuvo en vela un buen rato. Tras intentar explicar en esta entrada y en esta otra de qué va esa maravilla natural de la temporada de lluvias, creo que lo más efectivo será recurrir al dibujante canadiense Guy Delisle. La lluvia en los trópicos es bastante similar, por lo que su descripción en Crónicas Birmanas bien se puede aplicar a lo que aquí acontece...

martes, 9 de octubre de 2012

La peluca, esa amenaza medioambiental

Meses han pasado desde la última edición de este estupidiario, pero ha valido la pena. ¿Cómo que no? Pasen y lean la última recopilación de noticias tontas desde África.


El hombre que susurraba a los matatus.
El tipo de la foto es Olivier Nizeyimana, un burundés afincado en Ruanda que tardaba la vida en llegar en autobús a la universidad. Así que, cuando se graduó, decidió montar un negociete de transportes puntuales... en África. ¡Y funcionó!
"La gente aprende de los problemas. A veces, en los negocios, un problema puede ser una oportunidad", dice.
Todo un desafío, ya que los autobuses africanos no suelen salir hasta que no están llenos.
"La primera vez llevé sólo dos pasajeros. La segunda vez, uno [para un viaje de dos horas y media]. Tras una semana, la media era de 10 por bus. Ahora estoy satisfecho: llevo a 20 o 22 en cada viaje [en autobuses de unas 25 plazas]".

viernes, 5 de octubre de 2012

Este de África, año dos

Con todo el rollo de Somalia encima, se me había pasado celebrar por acá el segundo aniversario de este blog y, por tanto, los dos años desde que aterricé en Nairobi. Esta vez no habrá cambios de diseño porque los bidujitos que nos apañaron los pequeños monstruos nos quedan que ni pintaos. Pero sí habrá tiempo para repasar lo que ha sucedido por aquí en un año, que no ha sido poco:

No es un recuerdo agradable, pero sí que será difícil de borrar. Fue la primera vez que me topé con muertos, totalmente a traición. Más de cien personas calcinadas mientras robaban combustible de un oleoducto con fugas en una barriada chabolista de Nairobi...


viernes, 28 de septiembre de 2012

Mogadiscio, entre los búnkers y la playa

La ahora destrozada capital de Somalia debió ser una ciudad preciosa. ¡En serio! Echen un vistazo a esta postal:
 

Después de dos años viviendo y viajando por esta zona, no sería capaz de dar con una capital que aglutine algo comparable a la hermosa herencia arabesco-italiana de Mogadiscio. Las etíopes Lalibela o Gondar, la keniana Mombasa, la zanzibarí Stone Town, quizá... Ninguna ha sido la imponente ciudad que aseguran fue la Perla del Índico. Sólo sus restos ya impresionan. Y eso que las ruinas son de finales del siglo XX.

Masacrada entre unas cosas y otras de forma casi ininterrumpida desde 1991, Mogadiscio deja ahora entrever un intento de reconstrucción. Tímido, aún. Algo más veloz -afirman los residentes y la lógica- desde la expulsión de la milicia fundamentalista islámica Al Shabab de sus calles, hace ya más de un año.

martes, 18 de septiembre de 2012

miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿De transición a transformación?

"Deberíamos resistir la tentación de decir que vamos de una transición a otra. Porque, si no, quiere decir que no creemos en el proceso. Mi jefe [el representante especial de la ONU para Somalia, Augustine Mahiga] lo expresa así: estamos pasando de una transición a una transformación. De una población que ha sufrido la guerra a otra que está reconstruyendo el país". El que habla es Peter de Clercq, vicerepresentante de la ONU para Somalia. Número dos de la Oficina Política de la ONU en Somalia (UNPOS) y parte implicada hasta la médula en toda la transi-formación somalí.

Ahora que se acaba de elegir al nuevo presidente de Somalia para los próximos cuatro años, igual no es mal momento para echar un vistazo al proceso que ha terminado con la transición somalí. Para una primera idea general, quizá ayude leer el intento de explicación del proceso en 700 palabras que saqué el otro día.

Pero como hay imágenes que dicen mucho más que ciento cuarenta y siete páginas del Word, ahí va una foto del grande de Dai Kurokawa (EPA), con quien tuve la suerte de compartir también el viaje a Mogadiscio.














viernes, 31 de agosto de 2012

Ir a Somalia

Una periodista de AP, recién llegada de un viaje a Mogadiscio con las tropas de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), nos dijo una vez a una compañera de El Mundo y a mí que iba a publicar "un reportaje que iba a enfadar a mucha gente". "No va a dejar a nadie indiferente", nos decía la criaturica, mientras nosotros nos preguntábamos si lo estaba diciendo en serio. Estábamos flipando tanto que no tuvimos ni que preocuparnos en contenernos la risa: nos dejó pasmados.

Lo de ir a Somalia me recuerda bastante al ir a Corea del Norte por el que muchos corresponsales extranjeros suspiraban cuando estaba en Pekín. Parece como si ir a Somalia fuera un símbolo de estatus entre los periodistas de la zona. Así que ahora ya tengo un galón en la pechera. O algo.

Y, en realidad, se trata de algo que puede hacer cualquier plumilla que viva por estas latitudes. A mí me ha costado año y pico de dar la chapa a AMISOM, pero al final ha colado, porque la perseverancia siempre da frutos. La perseverancia, los dólares y algún contactillo.

sábado, 25 de agosto de 2012

Postales de Mogadiscio

Entre el 5 y el 9 de agosto, un grupo de corresponsales extranjeros estuvimos en Mogadiscio viendo lo que las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) nos quisieron enseñar. La experiencia dio para mucho y aún tengo material acumulado a paladas. Iré contando cosillas poco a poco, pero, de momento, dejo algunas imágenes.


miércoles, 11 de julio de 2012

Desenchufados

No pude contener una sonrisa. Estaba en la ajetreada calle William, en el centro de Kampala, y era el inicio del verano austral de 2010. La mueca de felicidad se me borraría unos días después, cuando un despiste tonto me iba a costar el pasaporte y unos cien dólares. Pero delante del improvisado chiringuito de recarga de móviles -una celda en la que apenas sí cabía una persona de pie- era imposible no soltar una carcajada. Expuestos, una veintena de cargadores de los que salían luces de todos los colores. Todas las marcas posibles. Incluso baterías sueltas, sin terminal, chupando electricidad de los ingenios más disparatados.

No tengo foto de aquel cubículo -el primero de ese tipo que vi en mi vida-, pero sirva esta imagen para hacerse una idea.


¿Cómo, si no, iban a poder cargarse los más de setecientos millones de móviles que hay en África, si tan sólo un treintaypocos por ciento de la población tiene electricidad en sus casas?

domingo, 1 de julio de 2012

Historias del fútbol (africano)

Ahora que tenemos a España eufórica con esto de la Eurocopa de fútbol (a pesar de que, sospechosamente al mismo tiempo de la semifinal, se anuncien medidas que nos desmontan el Estado de bienestar en un plis), quizá no sea mal momento para hablar de las venturas y desventuras del fútbol de esta parte del planeta. Además, el otro día me terminé Historias del calcio, de Enric González, y ando con ganas de contar batillitas balompédicas, que algún poso tuvo que dejar aquello de haber trabajado en la MAFIA FIFA. Y ambas circunstancias me sirven de perfecta excusa para dar salida a un post que lleva cogiendo ciberpolvo unos cuantos meses.

Llevamos décadas oyendo eso de que el fútbol africano está en ascenso, de que hay futuro en el balompié del continente (sobre futuro y esperanza en África hablaré en otra entrada, porque da para una tesis), pero el caso es que sus equipos no terminan de despegar. Individuos excepcionales, si es caso. Lo cual es extrapolable a ciertos aspectos de la vida cotidiana de algunas zonas.

miércoles, 13 de junio de 2012

¿Quién quiere ser presidente?

Ser millonario y ser presidente, en el fondo, viene a ser lo mismo en todo el mundo. Solo que, en un lugar como Kenia -en el que los contrastes entre los de arriba y los de abajo son tan abismales- la cosa tiene su intríngulis.

Millonarios quieren serlo muchos. Presidentes, algunos menos. Pero todos tienen claro que ser lo segundo conduce, indefectiblemente, a lo primero. Aquí no existen dudas de esas que hacían a Carlos Sobera arquear la ceja en el 50x15.

Antes o después tocaba entrar en el apasionante mundo de la política keniana, ya que asoman a lo lejos las elecciones presidenciales (y locales, legislativas, regionales...) en marzo de 2013. Y ese día, mira por dónde, ha sido hoy.

sábado, 19 de mayo de 2012

¿Alguna vez has visto llover?


Quizá recurrir a John Fogerty sea lo mejor para empezar.



¿Alguna vez has visto llover? ¿En serio?

Kenia, y los países que se encuentran en estas latitudes, no cuentan con estaciones totalmente diferenciadas, como tenemos en la buena y vieja Europa. Es lo que tiene que el Ecuador atraviese el país. Aquí hay temporada seca y temporada de lluvias, dos de cada. Así que de marzo a mayo y de octubre a diciembre, el país asiste (impotente, como se verá) a la temporada lluvias trombas de agua. La única forma que encuentro de explicar en lo que consisten es tomar la imagen de las tormentas de verano de Europa, solo que sin el aire caliente y eléctrico que las precede.

Imagine el lector una tormenta de verano a las cuatro de la tarde. Dos horas. Luego otra, a las ocho. Luego otra, toda la noche. Y así, un día, y al siguiente, y al de después también... Sí, la primera temporada de lluvias del año -las "lluvias largas", como lo llaman aquí- lleva unas semanas tocando la vaina. Esto sí que es una tormenta, y lo demás son tonterías. Y eso que en Nairobi no ha llovido-llovido en los últimos diez días. Pero, al retomarlo, lo ha hecho por todo lo alto.

viernes, 4 de mayo de 2012

El país de los avestruces




Para que cada visitante tenga claro adonde llega, un letrero lo recuerda a la salida del aeropuerto: "Bienvenido a Eldoret, hogar de los campeones".

De aquí proceden la mayoría de los más laureados corredores kenianos de media y larga distancia. Había leído historias sobre este tema en distintos medios, pero quería verlo con mis propios ojos: miles de atletas saliendo a correr cada mañana.

Así que, un día, resuelvo ir a Iten antes de que amanezca. Al principio no acierto a ver ninguno, y es sólo el ruido de sus pisadas el que me advierte de su presencia. No son ni las seis de la mañana.

Para llegar aquí a esta hora, el despertador me ha sonado a las cuatro y media. Como, históricamente, siempre me ha sentado mal madrugar los días de frío (estamos a 2.400 metros sobre el nivel de mar y llevo poco más que una sudadera vieja), me tengo que remangar los pantalones en un recodo del camino (por el que pasan los corredores) y plantar un baobab. ¿Ven como la vida del corresponsal tiene de todo menos glamour?

jueves, 19 de abril de 2012

Campeones del mundo

"Es mi abuela", dice Abel, refiriéndose a una anciana decrépita que se le ha acercado a pedirle dinero. Le deja en la manos unas cuantas monedas y tanto él como la señora empiezan a escupir sobre los chelines. "Es para darme la bendición. Es mi abuela", repite. Tengo que reprimir las ganas de preguntar cómo se bautizan aquí a los niños.

Abel es Abel Kirui, el campeón del mundo de maratón en 2009 y 2011. Y aquí es Iten, en el oeste de Kenia. Es la primera vez que nos vemos, pero el tipo no puede ser más cercano. Es un tío normal y, seguramente, ninguno de nosotros le reconocería de cruzárselo por la calle. Saluda efusivamente y, casi acto seguido, me invita a ir a su casa tres días después, en respuesta a mi petición de una entrevista.

Me pregunta por España y me dice que ganó la media maratón de Barcelona en febrero y consiguió el nuevo récord del circuito. "Quería organizar algo para darle la mano a Messi, pero se ve que estaba ocupado con partidos y nosequé", relata, mientras muestra en el móvil imágenes de su hijo de dos años con una equipación del Barça que le trajo de la Ciudad Condal.

miércoles, 11 de abril de 2012

sábado, 7 de abril de 2012

Destino: Ruanda

Unos días de vacaciones en Ruanda. Genocidio debe de ser de las primeras cosas que se nos vengan a la cabeza al escuchar el nombre de ese pequeño país del África oriental. Hutu y tutsi, las segundas.

Es un país que, informativamente hablando, no dejan que dé demasiado de sí. Los periodistas están controladísimos y la disidencia se corta de raíz, o casi. La prensa (estatal) se dedica a difundir alégremente información sobre lo desarrollados que están en ese país, el aumento de su turismo gracias a la conservación ejemplar de sus gorilas, las loas del exterior (y no sólo) que recibe el dictador presidente Paul Kagame por su curación milagrosa de un país dividido y los juicios contra supuestos enemigos de la patria, que podrían pasar 25 años en la cárcel gracias a una Ley que, desde 2008 (hablo de memoria) castiga con hasta esa pena cuestionar la versión oficial del genocidio: ideología del genocidio, lo llaman.

Así que, como no he estado nunca, no sale demasiado en las noticias y uno jamás da abasto para leerse todo lo que hay que leerse para enterarse de algo por estos lares, sé de Ruanda un poco lo que todo el mundo puede saber.

miércoles, 4 de abril de 2012

Sonrisas para África

Tras un viaje por algún rincón de África:

- ¿Qué es lo que más te gustó? 
- Los niños, ¡cómo sonríen!

Esta es una conversación que he mantenido/oído/leído/de la que he sabido no una ni dos ni quince veces, sino alguna que otra más. No sé si es por el contraste de los dientes blanquitos con la piel negrita o qué, pero a la gente le fascina que los niños, por aquí, sonrían tanto. "Y eso que son tan pobres..."

No llevo ni cuatro años ejerciendo de tío, pero desde que nació mi sobrino les presto mucha más atención a los críos allá donde viajo. Y, créanme, sonríen todos mogollón. No es algo exclusivo de los niños africanos.

Así que, tras pensarlo intensamente durante... unos 3 ó 4 segundos, creo que he encontrado el título más tópico que podía hallar: Sonrisas para África. Que, en realidad, no es un post para gruñir (¡¡pero es que se me da tan bien!!) sobre la tontería esa de las sonrisas de los críos negros, sino para contar algo sobre algunos humoristas del continente.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Desayuno con petróleo. Y con legañas.

Madrugar mata. Deberían poner una pegatina al estilo de las de las cajetillas de tabaco en los despertadores. Esta mañana, aún con legañas en los ojos y un sueño de tres mil quinientos pares de cojones, he ido a la presentación en Nairobi de Africa's Future. Darkness to Destiny, de Duncan Clarke. Que, dicho así, puede dar bastante respeto, pero ha resultado ser hasta interesante.

Clarke es el big boss de la consultoría de petróleo y recursos naturales Global Pacific and Partners, que ha asesorado a gobiernos y empresas de todo el mundo en esta materia, lleva cuarenta años estudiando el tema y ha escrito cuatro libros sobre eso, incluido el que acabo de mencionar. Vamos, que se le debería suponer algún conocimiento sobre el tema. Tras la rueda de prensa -a la que hemos asistido Perry, Rita, la madre del topo y un servidor, básicamente-, he aprovechado para hacerle unas preguntillas...

"Las maldiciones de África son los políticos y sus políticas", asegura.

jueves, 22 de marzo de 2012

Guía de los "pájaros" de África oriental

Por higiene mental, llevaba una racha sin leer literatura africana, o sobre temática africana, o, simple y llanamente, literatura en inglés. Hasta que, hace unos días, le tomé prestado a mi novia A Guide to the Birds of East Africa (Nicholas Drayson, 2008), que no es una guía ornitológica de la región, sino una de las mejores novelas que he leído en los últimos años. Bien es cierto que, por trabajo, he leído más ensayos que novelas, pero de verdad que merece la pena. Se lee en patada y media y tiene un estilo cómico y diferente. De hecho, creo que me lo voy a comprar para sumarlo a la colección.

Si te fías mínimamente de mi criterio y crees que te lo terminarás leyendo, no sigas con este texto, porque pretendo citar algunos pasajes graciosos. Te dejaré con la sinopsis de la cubierta trasera del libro, a ver si así te pica más el gusanillo. Traducción libre del inglés:  

El reservado y honorable señor Malik.
No llamará su atención en una calle de Nairobi - excepto, quizás, para hacer comentarios sobre su cuidadosamente esculpido peinado- pero bajo su poco atractivo exterior se encuentran un corazón cálido y una pasión secreta. Ni siquiera sus amigos más íntimos lo saben, pero el señor Malik está perdidamente enamorado por la guía del paseo ornitológico matinal de los martes, Rose Mbikwa. 


Poco puede imaginar los obstáculos que le aguardan. A pesar de su intención de invitar a salir a Rose, ladrones, secuestradores y funcionarios corruptos, por no hablar de un rival directo para su conquista, parecen destinados a frustrar posibilidades del señor Malik. 

¿Será derrotado un indio en el corazón de África por los múltiples problemas que se interponen entre él y el deseo de su corazón? ¿O prevalecerán el honor y la decencia? 

Anda, mira, y de casualidad acabo de descubrir que está publicado en castellano bajo bajo el título Un baile en Nairobi.

Si, por el contrario, te chupa un huevo y no te lo piensas leer de ninguna forma, entonces adelante. O cierra esta ventana y dedícate a hacer algo más productivo.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Música benga

Agárrense los machos. Esto es música benga:




Se trata un tipo de música popular keniana. Es la típica que a uno se le viene a la cabeza al pensar en esta zona y que le trasporta al oyente a lugares exóticos y situaciones inverosímiles. Ya. Probad a escucharla cada vez que os montéis en el coche, o imaginad que suena cada vez que os tomáis una caña en el bar. Se hace un poco más pesada, aunque reconozco que sigue teniendo su aquel cuando suena en el matatu. O en el móvil del vigilante de la urbanización.

La primera vez que leí ese nombre fue al toparme con la noticia de la muerte de un reputado artista de este tipo de música en el periódico, hace casi ya un año. Sin embargo, entonces no me interesé más por aquello.

Pero fue hace unos meses cuando de verdad me quedé con el nombre: benga. Fue por casualidad, cuando iba en un taxi, camino a Kitengela, con mis padres, que habían venido de visita...

sábado, 10 de marzo de 2012

Cuestión de tiempo

Sucede desde hace días: cada vez que vuelvo a casa, el reloj de pared que he comprado está parado. Un día a la seis, otro a las cuatro menos veinte. El segundero está siempre descansando. El arreglo consiste tan sólo en empujar la pila que tiene ubicada en el dorso, pero esta nimia anécdota me ha servido para replantearme la tan manida cuestión del tiempo en África.

El europeo y el africano tienen un sentido del tiempo completamente diferente; lo perciben de maneras dispares y sus actitudes también son distintas.
Los europeos están convencidos de que el tiempo funciona independientemente del hombre, de que su existencia es objetiva, en cierto modo exterior, que se halla fuera de nosotros y que sus parámetros son medibles y lineales. Según Newton, el tiempo es absoluto: «Absoluto, real y matemático, el tiempo transcurre por sí mismo y, gracias a su naturaleza, transcurre uniforme; y no en función de alguna cosa exterior». El europeo se siente como su siervo, depende de él, es su súbdito. Para existir y funcionar, tiene que observar todas sus férreas e inexorables leyes, sus encorsetados principios y reglas. Tiene que respetar plazos, fechas, días y horas. Se mueve dentro de los engranajes del tiempo; no puede existir fuera de ellos. Y ellos le imponen su rigor, sus normas y exigencias. Entre el hombre y el tiempo se produce un conflicto insalvable, conflicto que siempre acaba con la derrota del hombre: el tiempo lo aniquila.
Los hombres del lugar, los africanos, perciben el tiempo de manera bien diferente. Para ellos, el tiempo es una categoría mucho más holgada, abierta, elástica y subjetiva. Es el hombre el que influye sobre la horma del tiempo, sobre su ritmo y su transcurso (por supuesto, sólo aquel que obra con el visto bueno de los antepasados y los dioses). El tiempo, incluso, es algo que el hombre puede crear, pues, por ejemplo, la existencia del tiempo se manifiesta a través de los acontecimientos, y el hecho de que un acontecimiento se produzca o no, no depende sino del hombre. Si dos ejércitos no libran batalla, ésta no habrá tenido lugar (es decir, el tiempo habrá dejado de manifestar su presencia, no habrá existido).

martes, 6 de marzo de 2012

Impresiones entre el caos

Es el título de texto que ha mandado, hace unas horas, el corresponsal en Brazaville del medio para el que trabajo. Una breve reflexión en medio de los cascotes que dejaron las explosiones provocadas por el incendio en un arsenal de armas de la capital de la República del Congo este domingo, que causó entre 146 muertos (según el Gobierno) y más de 200, de acuerdo a las cifras de la prensa local.

El trabajo de campo sorprende a menudo por lo que llegas a encontrarte. A pesar de que sólo se habla de muertos y de heridos, ayer por la noche, después de presenciar cómo varios afectados regresaban a revisar las ruinas de [lo que habían sido] sus hogares, un tipo me preguntó que para quién trabajaba. "Para Efe, una agencia española". Y, el caballero, a pesar de su situación, me dijo que había visto el partido del Real Madrid del domingo en el refugio [donde el Gobierno le había ubicado]. Es extraña, la vida.

Aquí, la crónica que ha publicado mi compañero. Su perfil de un pueblo hastiado por la corrupción no tiene desperdicio.

domingo, 4 de marzo de 2012

El maravilloso mundo del LAPSSET

Lo anunció The East African hace unas semanas y el viernes se colocó la primera piedra. El controvertido y largamente anunciado proyecto LAPSSET (acrónimo en inglés para Puerto de LAmu - Sudán del Sur - ETiopía) se ha puesto en marcha a pesar de todos los potenciales pesares.

"Este día pasará a la historia", dijo ayer el presidente de Kenia, Mwai Kibaki, durante la ceremonia de inauguración de las obras del futuro puerto comercial keniano de Lamu (sureste).

No sé si da para mear tan alto, pero algo de razón puede que lleve el gordo de Kibaki. Porque este ambicioso macroproyecto de infraestructuras es, entre otras cosas, un puñetazo sobre (el mantel de cuadros rojiblancos) de la mesa de la geopolítica. Recurriré a un mapa de la BBC (que en materia infográfica son especialmente apañaos) para evitarme muchas explicaciones. Es domingo y tampoco me voy a poner aquí a hacer un análisis sesudo. Entre otras cosas, porque no me da.


miércoles, 29 de febrero de 2012

Demasiado gordo como para ir a juicio

No, no es que haya perdido el figurín que me caracteriza (y tal). Es sólo el título del último resumen -y la repesca de algunas noticias atrasadas- de la actualidad más estúpida salida de dentro los márgenes de este coso llamado África.


Demasiado gordo como para testificar en un juicio (en inglés)
Khulubuse Zuma, sobrino del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, alegó problemas de obesidad para escaquearse de testificar en un juicio sobre la insolvencia de una empresa del sector aurífero, que adeuda el equivalente en rands a 311.000 euros a sus obreros. Es la segunda vez que Zuma (sobrino) se niega a presentarse en el juicio, después de haber solicitado testificar en lengua zulú. Un nieto de Nelson Mandela también burló el testimonio alegando problemas de salud.


No sé cómo acabará el asunto con el angelito de Khulubuse (el... esbelto muchacho de la foto). Pero yo sólo quiero que no me toque al lado en el avión. De todas formas, no hay riesgo: no me puedo permitir un billete en business.

lunes, 27 de febrero de 2012

14 secuaces monegascos

Alguna vez he comentado algo de los matatus. Esas furgonetas de 14 asientos que sirven de minibus y que crean rutas alternativas -las aceras, por ejemplo- para avanzar en medio del denso tráfico de Nairobi (y no sólo de la capital keniana). Las he visto en Sudáfrica (las llaman combis), en Tanzania, Uganda y Etiopía (donde se llaman taxi, sin más). Sé que existen también en Ruanda, aunque no sé bajo qué denominación. Y están en Kenia, donde se conocen como matatus. Estoy convencido de que es un medio de transporte panafricano.

Estos vehículos son la alternativa más rápida y más económica (más allá de la bici o las piernas) en momentos de atasco. ¿Seguros? Eso es otra historia. Prueben a buscar "matatu crash" en Google, verán como les salen miles de accidentes. Aparte del pésimo mantenimiento de los vehículos, de la escasa iluminación en las carreteras, del estado patatero de éstas, de la temeridad de los conductores (uno pensaría que hacen falta cinco años de cárcel para optar al volante de uno de esos trastos), buena parte del riesgo deriva de la sobrecarga. Porque pueden llevar (caso real del que cualquiera que haya pasado por aquí ha sido testigo) hasta 25 pasajeros. Colgados de la puerta, con el cuerpo fuera, si hace falta. Cuando, en realidad, sólo están autorizados a llevar...

14 Pasajeros

Y aquí es adonde quería llegar yo. A la personalización que les hacen a estos vehículos. Desde hace meses, cada vez que veo uno de ellos, me fijo en la franja horizontal central (generalmente amarilla) en la que llevan escrita la ruta y la capacidad del vehículo. En todos los colores y tipografías posibles.

domingo, 19 de febrero de 2012

Una noche cualquiera

En un intento más por explicar este monstruo de ciudad llamado Nairobi, esta vez me lanzo a por los ritmos de la noche (eeeeeeeeeee-elrit-mooOOOOooo). Escribí hace unos meses del horror de la música que más se escuchaba por aquí, pero no encadené un vídeo tras otro las canciones que, si sales una noche más de dos horas, oirás seguro un par de veces. La idea de montar un bar de rock nos asalta ya a más de uno.

Ayer, una hora tomando algo en una terraza del barrio... y sonaron tres de las que aquí os dejo.



Taio Cruz - Dynamite

lunes, 13 de febrero de 2012

Informar desde África

Llevaba un tiempo dándole vueltas al asunto, y de repente llegó (hace cosa de dos meses) el cuadernillo, editado por Casa África, Si hablas de nosotros (al que llegué gracias al blog de Aurora). Se trata de varios artículos escritos por periodistas africanos sobre cómo perciben la información que llega a España sobre su continente. Un tema interesante, ya que sirve para reflexionar sobre la calidad del trabajo que uno realiza, ver dónde se flaquea, y tratar de mejorar.

La cosa es que echo en falta, en el texto, que a quienes informamos desde aquí se nos haya dado posibilidad de réplica, ya que contamos con una serie de limitaciones a la hora de informar. La mayor parte -podríamos sintetizar- derivadas de la falta de presupuesto.

martes, 7 de febrero de 2012

La noche en la que cenamos peligrosamente

Aunque la cumbre sobre cambio climático de Durban me espera, decido adelantar un par de días mi vuelo para visitar, en Johannesburgo, a dos amigos, corresponsales de medios españoles. Un viernes por la noche, insisten en que vayamos a cenar a Yeoville, un barrio de inmigrantes de la capital económica de Sudáfrica. "No lleves cámara, ni mucho dinero", aseveran. Me dicen que vamos a un restaurante en el que sirven un pescado a la brasa fabuloso, por lo que, a pesar de sus advertencias y de saber que Johannesburgo es una de las ciudades más peligrosas del planeta, no opongo resistencia.

El destino nos pone en alerta desde el principio: una patrulla de la Policía detiene nuestro coche y pide al conductor el carné. El susto queda en nada. Nos dejan seguir nuestro camino.

viernes, 3 de febrero de 2012

Políticos de mierda


¿En serio se apellida Kagame? Jajajajaja

Creo recordar que era el comentario más salvable en una triste noticia publicada en la prensa española, protagonizada por el no menos triste presidente de Ruanda, Paul Kagame. Qué se puede decir de este señor -que vende la milagrosa reconciliación ruandesa y el desarrollo del país de puertas afuera, mientras en su casa tiene al personal tieso- que no esté ya dicho... Un dato rápido, para hacerse una idea: Reporteros Sin Fronteras sitúa en su informe de Libertad de Prensa de 2011 a Ruanda en el puesto 156 de 179, y señala que ha mejorado mucho respecto al año anterior.¿Se hacen una idea? Bien, pasemos al siguiente.


Kagame fue compañero de armas de Museveni -cuasi mascota oficial del blog-, y ahora cada uno es el mandamás en su cortijo. Yoweri Kaguta Museveni en Uganda y Paul Kagame, un poco más al sur, en Ruanda. De hecho se siguen queriendo mogollón (la noticia enlazada no tiene desperdicio). No se olvidan fácilmente los tiempos en los que derrotaron, codo-Kagame con codo-Kaguta, a Milton Obote. Seguramente por aquel entonces, a mediados de los 80, hasta pensaban en edificar un mundo mejor del que... ellos mismos han terminado construyendo.

lunes, 23 de enero de 2012

China en África (3)

El nepotismo jamás pasa de moda, y menos en una república bananera como ésta. Mi amigo Heri Araújo -Barcelona, 1983; corresponsal en Pekín de para diversos medios desde febrero de 2007- ha publicado un libro: La silenciosa conquista china (Crítica, 2011). El también corresponsal chino Juan Pablo Cardenal (de El Economista) y el fotógrafo Luis de las Alas son los otros autores de la obra, para la que contaron con la inestimable ayuda de un fixer chino. El texto, que versa sobre las relaciones que está construyendo China con el mundo en desarrollo, está teniendo muy buena acogida: van por la cuarta edición en castellano y pronto habrá también versión en inglés, mandarín, neerlandés, francés y polaco. También hay edición para eBook. Foreign Policy lo menciona como uno de los 25 libros (de 2011) necesarios para entender las relaciones internacionales.


Así que, como ya he hecho los deberes y me lo he leído, como tengo pasado chino, y me interesa lo que el Imperio del Centro trama en África (véanse este y este post sobre el tema), he engañado a Heri -el apuesto joven de la foto que parece que anuncia corbatas- para que me cuente lo vivido en este continente. Quizá algunas preguntas sean demasiado generales, pero es que el tema es inabarcable. Y muy interesante, como leerán. Este es el resultado de hora y media al skype entre Pekín y Nairobi.

* Los textos entre corchetes son acotaciones mías.


Para este proyecto realizásteis unas 500 entrevistas en 25 países en vías de desarrollo, ¿cuáles son los que visitaste en África durante vuestra investigación?

Bueno, no es un libro sobre China y África, así que optamos por los países en los que había no sólo más impacto chino, sino también... [le llaman por teléfono unos amigos que vienen de visita y Heri se pone a explicarle en chino al taxista la dirección de su casa. Me dice que lo ha pillado, pero en ese país uno nunca puede estar seguro de que la comunicación intercultural sea perfecta. Aunque, efectivamente, los amigos llegan a su casa al rato] ... intentamos escoger países africanos donde estuvieran pasando cosas distintas.

Fuimos a Sudán, país enfrentado con occidente. Está muy bien la batalla geopolítica que se viene librando desde finales de los 90 y cómo el vacío -una vez más- de occidente en un país, cuando China está ahí, no importa. Sudán ha crecido porque China ha financiado y ha puesto la infraestructura. Son copropietarios del principal oleoducto. 

jueves, 19 de enero de 2012

Bienvenido a... ¿casa?

Dos meses después, he vuelto a Nairobi. En medio, unas vacaciones en España, un viaje a Sudáfrica para la cumbre de la ONU sobre cambio climático y una baja laboral.

¿Qué me he encontrado a la vuelta?

Un sol radiante (en contraste con el a-días-bajocérico invierno logroñés). En ocasiones, demasiado radiante, este sol. Pero anima, qué carajo.

Las calles del barrio llenas de agujeros, cortesía de la última temporada de lluvias (y de otras anteriores, y que nadie está muy por la labor de arreglar, mucho menos de manera asidua).