jueves, 17 de enero de 2013

Kony 2013

Vale, ha costado unos meses pero ya hemos llegado al final de 2012, e incluso a 2013. Como el maldito mundo de internet y los móviles nos está dejando el cerebro como un cacahuete -de los de miel, eso sí- con tanta inmediatez y tanta mierda (que sabría diferenciar si hubiera estudiado psicología, o publicidad o algo útil, y no periodismo), puede que sólo recuerdes levemente la campaña de Invisible Children para hacer famoso y capturar a Joseph Kony el pasado año.

El vídeo este, vamos.





Pues bien, es 17 de enero de 2013 y aquí estamos tú y yo, y Kony seguramente estará pelándosela en la selva en África central. Desde luego, no se tienen noticias de que haya sido detenido, castrado, encarcelado o condenado a muerte (por kiki).

Tanto revuelo con la campaña de marras -ya ven- para nada.

No creo que desde aquí pueda aportar nada que no esté ya dicho sobre el asunto, pero sí me gustaría hacer unos apuntes sobre el tema.

El primero de ellos, la necesidad de informarse sobre una cuestión antes de abrir la boca. Como resumen de qué es el Ejército de Resistencia del Señor y cómo se creó, recomiendo estas entradas -excepto el pasteleroso final de la quinta- del blog del periodista ugandés afincado en Kenia Charles Onyango-Obbo (1-2-3-4-5). Él cubrió el conflicto en el norte de Uganda durante varios años y conoce bien el tema. En una versión en castellano, más resumida y menos personal, copio aquí la descripción que hizo Chemi Calatayud en el blog África no es un país.

Muchos soldados del Gobierno dictatorial de Milton Obote (en el poder desde 1965 hasta 1971 y, tras la caida de Idi Amin, otro dictador cruel, desde 1980 a 1985) eran miembros de la etnia Acholi, procedente del norte de Uganda y del sur de Sudán. Obote fue depuesto por el ejército y uno de sus generales, Tito Okello, precisamente de la etnia Acholi, se convirtio en presidente durante unos meses hasta que la milicia del que hoy sigue siendo presidente, Yoweri Museveni, tomó el poder en 1986.

Sí, Museveni también fue el líder de una milicia rebelde con aspiraciones políticas, como Kony. Y también utilizó niños soldado. Sólo que en su momento Museveni ganó y consiguió el poder y ya sabemos que la historia y expresiones como ‘presidente’, ‘rebelde’, ‘criminal’ y ‘justiciero’ se inclinan ante los vencedores. Lo que no quiere decir que Kony y su milicia no sean responsables de crímenes horribles. Lo son e idealmente deberían ser llevados ante la justicia.

Pero seguimos. Tras su llegada al poder y lógicamente temeroso de sus antiguos rivales, Museveni inició una campaña militar destinada a suprimir los soldados de los regímenes de Okello y Obote. Muchas de sus víctimas, por lo tanto, eran Acholi y, por lo tanto, miembros de esta etnia comenzaron a organizarse para defenderse.

Antiguos soldados formaron el Ejército democrático del pueblo ugandés y, más adelante, Alice Auma fundó el Movimiento del Espíritu Santo, que ya fundía creencias místicas e ideas políticas. Auma decía estar en contacto con un espíritu llamado Lakwena y convenció a los miembros de su movimiento de que las balas no podían herirlos. Esto no era cierto pero por algo dicen que la fe mueve montañas: tanto los seguidores de Auma como muchos soldados de Museveni se lo creyeron y en un primer momento la milicia de Auma logró varias victorias y llegó hasta la ciudad de Jinja, a unos 80 kilómetros de Kampala. Aunque entonces las tornas cambiaron y el ejército de Museveni no los dejó avanzar y los acabó derrotando.

Fue entonces cuando surgen la figura de Joseph Kony y, de los restos del movimiento de Auna, el LRA. Kony, además, era familiar lejano de Auna, quien murió en 2007. Kony también se consideraba una especie de médium y mezclaba creencias religiosas con aspiraciones políticas y en un principio decía que su objetivo era implantar en Uganda un régimen basado en los Diez Mandamientos.

El LRA comenzó sus actividades en el norte de Uganda en 1987 y, aunque no se sabe con seguridad, quizá estableció bases en el sur de Sudán ya desde 1994. En 1996, y con el declarado objetivo de proteger a la población civil de los ataques del LRA, el Gobierno de Museveni comenzó a crear en el norte de Uganda los llamados 'poblados protegidos', que se parecían más a campos de refugiados y en los que cientos de miles de ugandeses se vieron forzados a vivir en condiciones muy duras, abandonando sus hogares, sus campos y sus granjas.

Además, el LRA continuó realizando ataques ocasionales dentro de estos campos, donde la población también era objeto de abusos por parte de los soldados gubernamentales. En 2002, Uganda lanzó la Operación Iron Fist contra las bases del LRA en Sudán, que fracasó espectacularmente y que provocó el regreso de la milicia al norte de Uganda, donde de nuevo atacó poblados con una violencia que llevaba años sin usar.

En 2005, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Kony y varios de sus oficiales por crímenes de guerra y contra la humanidad. Ese año, varios miembros de la milicia cruzaron por primera vez hacia la República Democrática del Congo y el LRA no ha vuelto a Uganda desde 2006.

En 2008, y de nuevo prácticamente me cito a mí mismo, Estados Unidos ya estuvo implicado en la última gran operación militar contra el LRA: la Operación Lightning Thunder, en la que participaron los ejércitos de Uganda, la RDC y Sudán del Sur con apoyo estadounidense. El plan era "bombardear y asaltar las bases del LRA en la zona nordeste de la RDC. Pero debido a filtraciones de los planes y a descoordinación entre los diferentes ejércitos, las tropas del LRA escaparon del ataque y en las semanas siguientes masacraron a unos 900 civiles en esa misma zona como represalia."

Quizá hoy Uganda sería un Estado fundamentalista cristiano si Kony hubiera ganado y quizá Museveni sería el criminal de guerra. O quizá ni lo uno ni lo otro. La historia es compleja.
¿Te ha aburrido esta historia? Quizá. Y es que no me negarás que mola mucho más ver un vídeo hollywoodesco y con música estilo MTV que leer sobre las complejidades sociales, políticas y militares de un fenómeno como el del LRA.

Y lo que yo he escrito es sólo la historia, muy resumida, de los orígenes y desarollo del LRA. Aún se podría llegar más atrás en el tiempo, a la época colonial, al uso de los Acholi como obreros y guerreros por parte de los británicos y al abandono y subdesarrollo del norte de Uganda por parte de las diferentes administraciones de este país. O introducir más elementos como el apoyo de Sudán al LRA para que se enfrentara también al Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés, entonces enfrentado a Jartum durante la guerra civil que enfrentó al norte y al sur de Sudán. O hablar de las varias iniciativas de paz, locales e internacionales, que han fallado, en unas ocasiones debido más a la intransigencia del LRA y en otras a la del Gobierno ugandés. O cómo, precisamente, hay indicios (algunos dirían ‘pruebas’) de que las autoridades ugandesas no capturaron a Kony cuando pudieron hacerlo porque les interesaba estratégica y políticamente mantenerlo como enemigo, entre otras razones porque Gobiernos occidentales –y particularmente el británico y el estadounidense- le estaban dando mucho dinero para seguir combatiéndolo.

Hay varios indicios de que no se ha querido apresar a Kony cuando se ha tenido la oportunidad. La periodista Jane Bussmann (autora de The Worst Date Ever, sobre el conflicto del LRA) cuenta en su libro y en este artículo que la cosa no es lo que parece. Que una monja logró traer del cautiverio a 109 niñas secuestradas, mientras que el Ejército ugandés, una.

Sigamos. El Ejército de Uganda no es el bueno de la película. Lo que pasa que en las películas nos han acostumbrado a buenos y malos. Y hay veces en las que no se puede hacer diferenciación.

Más. No se ha capturado a Kony a pesar de que la prensa de la propia República Centroafricana enfoca a donde parece estar el supervillano. No está muy lejos de allá, según, seguramente, una de las voces españolas más autorizadas en esta materia: la de José Carlos Rodríguez Soto (aquí su blog). Chema Caballero resumió aquí una conversación con él.

[...] todos los indicios señalan a que se mueve entre Sudán y la provincia norte de la RCA, Vakaga. La pregunta que hago a continuación es la lógica, ¿si todo el mundo sabe que Kony está ahí, por qué no lo capturan? Entonces es cuando me entero de que, curiosamente, el gobierno de la RCA solo autoriza a los ejércitos norteamericano y ugandés a operar en la zona este del país pero que hay dos áreas en las que tienen prohibida la entrada: la provincia de Vakaga y la zona en torno a Bakouma, donde se encuentran minas de uranio. A esto hay que sumar una tercera área de exclusión que es la frontera de la RDC con la RCA. Es aquí cuando surge la duda del papel que interpreta la RCA en todo esto y qué intereses están en juego para que no termine nunca de capturarse a Joseph Kony [...]

Por otro lado, la supuesta cacería no parece ser nada sencilla...

Otra puntada. En Ignorancia Peligrosa. La histeria de Kony 2012 [en inglés], el investigador y profesor universitario Adam Branch explicó muy claramente lo que muchos creemos: ¿Las cosas se tienen que hacer enviando tropas al África Central? ¿No tendremos en nuestra mano, como consumidores, la llave para suavizar las situaciones que muchos padecen por nuestro ritmo de vida? [Si te interesan las repercusiones de tu consumismo, no puedes perderte el blog Carro de Combate] También cree que el vídeo es para estadounidenses bien que quieren "hacer algo para sentirse mejor consigo mismos" y que le pone en bandeja a la Casa Blanca una entrada militar a un país aliado como Uganda que, además, tiene petróleo. No soy yo muy de teorías de la conspiración, pero, oye, no es descartable.

Una vuelta de tuerca más da el escritor estadounidense de origen nigeriano Teju Cole, que relaciona todo este tema con la imagen del blanco salvador. En siete mensajes consecutivos en twitter, escribió cosas como:

- El blanco salvador apoya políticas brutales por la mañana, aporta fondos para beneficencia por la tarde y recibe premios por la noche.

- La banalidad del mal se transforma en la banalidad del sentimentalismo. El mundo no es nada más que un problema que se soluciona con entusiasmo.

- El mundo existe sólo para satisfacer las necesidades -incluidas, cómo no, las necesidades sentimentales- de los blancos y de Oprah.

- Inmensa preocupación por ese señor de la guerra africano. Pero cerca de millón y medio de iraquíes murieron en una guerra iniciada por los Estados Unidos. Preocúpate por eso.

- Respeto profundamente el sentimentalismo estadounidense, igual que uno respeta a un hipopótamo herido. Debes tenerlo controlado, porque es mortífero.

En el texto enlazado [en inglés], obra de Cole, también se pueden leer apuntes como el que sigue:

Podemos participar en la destrucción de Haití durante muchos años, pero cuando un terremoto lo sacude nos sentimos bien si mandamos diez dólares cada uno. En principio, no me opongo a esas donaciones (yo también las hago), pero tenemos que hacerlas conscientes de lo que implican. Si vamos a interferir en las vidas de otros, hace falta un mínimo de diligencia.

Y que hace falta algo de humildad y que no todo se soluciona con buenas intenciones.

Quizá por toda la crítica que se le vino encima a Invisible Children hubo que hacer un segundo vídeo algo más explicativo, pero que no tuvo ni una quincuagésima parte de la difusión del primero.



Como ven, elaboran un pelín más el mensaje, pero, básicamente, se hacen bien de propaganda, dan mucho peso a la controvertida responsabilidad de proteger... ¡y pintan de buenos de nuevo a los soldados ugandeses! Sobre el plan de acción, casi que ni comento nada.

Hay que hacer algo para acabar con aquello, sí, pero al igual que hay que hacer algo para acabar con otras muchas cosas. Y hay que ver cómo hacerlo y con quién. Apoyar que Estados Unidos se meta en territorio extranjero no es una cuestión baladí. Y menos que apoyen al un Gobierno y un Ejército criminal y corrupto.

Romperé un par de lanzas en favor de Invisible Children:

1- Crearon una herramienta interesante para el seguimiento de las escaramuzas del LRA. En su propia herramienta se ve que los crímenes (llevados a cabo por miembros de LRA o no, que tampoco se puede saber a ciencia cierta) no se están cometiendo en Uganda. El LRA se marchó de allí en 2006. De hecho, el Ejecutivo de Kampala tuvo que hacer contracampaña para que el turismo no se le fuera a pique.

2- Consiguieron que la gente supiera que hay un señor llamado Joseph Kony, malo-maloso-malísimo, incluso peor que el doctor Maligno. También en este apartado, versión especial para periodistas, ha hecho que podamos llamar a Kony por su nombre. Ahora, si titulamos El obispo de Kampala pide que empalen a Kony la gente sabe de quién estamos hablando y los editores no nos lo sustituyen por una mierda etérea del tipo "líder de un grupo rebelde ugandés".

Punto pelota. ¿O llevar camisetas con la cara de un criminal por un módico precio iba a solucionar algo?

Kony, a fin de cuentas, es un moco en un océano de mierda. Hacen falta cambios estructurales, no parches. En nuestros hábitos también: ¡Oh, cielos, en el este de la República Democrática del Congo hay hostias desde hace años! ¡El peor conflicto del mundo! Ya, bien, pero, ¿te lo piensas dos veces antes de cambiar tu móvil de hace año y medio por otro nuevo porque te lo dan gratis con los puntos? Porque parte del material necesario para su fabricación se extrae en las minas del este de la RDC, por cuyo dominio y beneficio se crean -en parte- conflictos armados como ese.
O aumentar el uso del transporte público y/o limpio, porque la gasolina viene del petróleo por el que, adivina: ¡también hay hostias!

Intenté explicar algo sobre el LRA hace tiempo. Pero no sé si entre aquella entrada y ésta lo he logrado: el tema es extremadamente complejo. Y las intervencions llenas de buena intención pero con poco cerebro no van a ningún lado.

Pero, más allá de esa cuestión: ¿En serio alguien cree que después de ver un vídeo de algo horrible que está pasando en una parte del mundo que no sabe señalar en el mapa se puede solucionar un conflicto haciendo click y donando unos euros? ¿Así de fácil? ¿¡En serio!?

Angelicos...

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