Llevo arrastrando la historia de los territorios sececionistas en África ni se sabe, pero es que necesitaba una buena excusa, después de haber dejado pasar (pura vagancia, lo reconozco) la independencia de Sudán del Sur el pasado julio.
Y esa coartada no llegó hasta el lunes (lo que pasa que me lo he tomao con calma): 200 personas fueron arrestadas por pedir la independencia en el suroeste de Camerún, en una región predominantemente angloparlante y rica en petróleo. Y al día siguiente salió publicado que el nacionalismo de la región angloparlante de Camerún había resurgido antes de las elecciones presidenciales, que se han celebrado hoy.
No soy ningún experto en el tema, pero sí quería aprovechar para contar dos tonterías sobre las regiones independentistas del continente africano de las que conozco algo:
Camerún del Sur:
Como he empezado por ahí, es por ella que seguiré. No es casualidad que sea uno de los pocos (si no el único) país africano que tiene como idiomas oficiales tanto el inglés como el francés. Al Camerún que se independizó en 1960 de Francia se unió una porción angloparlante un año después, tras desprenderse de los colonos británicos. La parte sur del territorio controlada por el Reino Unido se juntó con Camerún y la norte, con Nigeria. La mencionada parte inglesa sigue buscando, con más bien poco éxito, la independencia.
Somalilandia y Puntlandia:
Dos regiones del norte de Somalia sin reconocimiento internacional.
Puntlandia es el Cuerno de África propiamente dicho, la punta, como sugiere su nombre (aunque lo debe, parece, a otra historia). Un región quizá menos conflictiva que las zonas centro y sur de Somalia, pero no exenta del todo de violencia.
Por contra, Somalilandia parece haber desterrado la violencia y la piratería de su corral y se podría considerar -por simplificar- lo menos fallido de todo el país. ¿Tendrá que ver que esta parte es la que fue colonia británica y que la otra, la que está hecha unos zorros, fue la que estuvo en manos de mis amigos italianos? Chi lo sa...
Somalilandia también es, por lo poco que sé, la única que se considera turística.
Cabinda (Angola):
Después de varios escarceos con distintas potencias coloniales, Portugal terminó reclamando el territorio para sí. Tras la Conferencia de Berlín (1884/85, en la que los colonialistas se repartieron África y dibujaron las fronteras africanas con cartabón), Cabinda quedó aislada del territorio portugués de Angola, ya que los lusos prefirieron ampliar los territorios angoleños del interior a cambio de darle a la República Democrática del Congo una salida al mar. Esa salida dejó aislada a Cabinda, que hasta 1975 no pasó oficialmente a formar parte de Angola. Parece ser que la absorbieron con la oposición de buena parte de la población local. En la actualidad, algunos sectores siguen reclamando su independencia. La ecuación no es muy compleja: alejado de una capital que para algunos es impuesta, aislado del territorio matriz geograficamente, pequeño y rico en petróleo. Dos y dos suman cuatro.
Sobre su independencia, impagable la noticia sobre Cabinda recogida por Iñigo Dominguez, corresponsal de El Correo en Roma, en su blog hace un tiempo (sí, colecciono chorradas, qué pasa):
República Árabe Saharaui Democrática (RASD):
Creo que en España se ha dicho ya casi todo lo que se podía decir del tema. A nadie se le escapa la zapatiesta que dejamos montada los españoles al irnos y la rapiña posterior de marroquíes y mauritanos.
Un apunte sobre el reconocimiento de los territorios independientes: ya sabemos que la independencia de una región tiene que contar con la aprobación de miembros (miembros relevantes, en la práctica) de la comunidad internacional para que se la tome en serio. ¿Por qué, de todas las de la lista, la RASD es la que más nos suena a país? Quizá sea porque es miembro de la Unión Africana, hecho que motivó la salida, a modo de protesta, de Marruecos, único país africano que no es miembro de la UA.
Para saber más de esta historia (y de otras más), habrá que echarle un vistazo a Secesionismo en África, de Jordi Tomás, un libro que recomendaron, hace varios meses, Aurora y el Señor Kurtz en sus blogs. Ya lo tengo apuntado en la lista de adquisiciones para la próxima vez que pise territorio amigo.
Y esa coartada no llegó hasta el lunes (lo que pasa que me lo he tomao con calma): 200 personas fueron arrestadas por pedir la independencia en el suroeste de Camerún, en una región predominantemente angloparlante y rica en petróleo. Y al día siguiente salió publicado que el nacionalismo de la región angloparlante de Camerún había resurgido antes de las elecciones presidenciales, que se han celebrado hoy.
No soy ningún experto en el tema, pero sí quería aprovechar para contar dos tonterías sobre las regiones independentistas del continente africano de las que conozco algo:
Camerún del Sur:
Como he empezado por ahí, es por ella que seguiré. No es casualidad que sea uno de los pocos (si no el único) país africano que tiene como idiomas oficiales tanto el inglés como el francés. Al Camerún que se independizó en 1960 de Francia se unió una porción angloparlante un año después, tras desprenderse de los colonos británicos. La parte sur del territorio controlada por el Reino Unido se juntó con Camerún y la norte, con Nigeria. La mencionada parte inglesa sigue buscando, con más bien poco éxito, la independencia.
Somalilandia y Puntlandia:
Dos regiones del norte de Somalia sin reconocimiento internacional.
Puntlandia es el Cuerno de África propiamente dicho, la punta, como sugiere su nombre (aunque lo debe, parece, a otra historia). Un región quizá menos conflictiva que las zonas centro y sur de Somalia, pero no exenta del todo de violencia.
Por contra, Somalilandia parece haber desterrado la violencia y la piratería de su corral y se podría considerar -por simplificar- lo menos fallido de todo el país. ¿Tendrá que ver que esta parte es la que fue colonia británica y que la otra, la que está hecha unos zorros, fue la que estuvo en manos de mis amigos italianos? Chi lo sa...
Somalilandia también es, por lo poco que sé, la única que se considera turística.
Cabinda (Angola):
Después de varios escarceos con distintas potencias coloniales, Portugal terminó reclamando el territorio para sí. Tras la Conferencia de Berlín (1884/85, en la que los colonialistas se repartieron África y dibujaron las fronteras africanas con cartabón), Cabinda quedó aislada del territorio portugués de Angola, ya que los lusos prefirieron ampliar los territorios angoleños del interior a cambio de darle a la República Democrática del Congo una salida al mar. Esa salida dejó aislada a Cabinda, que hasta 1975 no pasó oficialmente a formar parte de Angola. Parece ser que la absorbieron con la oposición de buena parte de la población local. En la actualidad, algunos sectores siguen reclamando su independencia. La ecuación no es muy compleja: alejado de una capital que para algunos es impuesta, aislado del territorio matriz geograficamente, pequeño y rico en petróleo. Dos y dos suman cuatro.
Sobre su independencia, impagable la noticia sobre Cabinda recogida por Iñigo Dominguez, corresponsal de El Correo en Roma, en su blog hace un tiempo (sí, colecciono chorradas, qué pasa):
Abortado golpe masón de una logia de Benevento en Angola
Ya se echaban de menos noticias de masones de medio pelo que piensan a lo grande, pero la espera ha merecido la pena. La Fiscalía de Roma ha procesado a una docena de masones de Benevento (sur de Italia, 65.000 vecinos) que planeaban una revolución en Angola. Para ser precisos, en la región de Cabinda, con ambiciones separatistas, donde pretendían proclamar la independencia y escindir el territorio para su beneficio, con el objetivo de monopolizar las exportaciones de petróleo a través de una compañía. De hecho un cómplice portugués se hacía llamar duque de Cabinda. Por todo ello habían reclutado a 30 mercenarios para que empezaran a mover el tema y se financiaban con ONGs de cobertura creadas al efecto, como Freedom for Cabinda. Uno de los imputados es ex-dirigente de Enel, la principal compañía eléctrica italiana, y otro, Gran Maestro de la Grande Logia Independiente de Italia.
(La Repubblica, 30 de septiembre de 2010)
República Árabe Saharaui Democrática (RASD):
Creo que en España se ha dicho ya casi todo lo que se podía decir del tema. A nadie se le escapa la zapatiesta que dejamos montada los españoles al irnos y la rapiña posterior de marroquíes y mauritanos.
Un apunte sobre el reconocimiento de los territorios independientes: ya sabemos que la independencia de una región tiene que contar con la aprobación de miembros (miembros relevantes, en la práctica) de la comunidad internacional para que se la tome en serio. ¿Por qué, de todas las de la lista, la RASD es la que más nos suena a país? Quizá sea porque es miembro de la Unión Africana, hecho que motivó la salida, a modo de protesta, de Marruecos, único país africano que no es miembro de la UA.
Para saber más de esta historia (y de otras más), habrá que echarle un vistazo a Secesionismo en África, de Jordi Tomás, un libro que recomendaron, hace varios meses, Aurora y el Señor Kurtz en sus blogs. Ya lo tengo apuntado en la lista de adquisiciones para la próxima vez que pise territorio amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario