jueves, 17 de noviembre de 2011

Las fuentes del Nilo Azul

Puede parecer contradictorio que, tras meter un palo considerable a la historia occidental de la exploración en África, me ponga ahora a narrar las venturas y desventuras de los descubridores de las fuentes del Nilo Azul. Pero el asunto no va por ahí.

El primer europeo en verlas parece ser que fue el jesuita español Pedro Páez Jaramillo, de quien me habló por primera vez Manuel, un amigo periodista residente en Adis Abeba, durante los días que pasé por allá. Quien quiera leer algo más sobre Páez, puede hacerlo aquí. No obstante, se le suele atribuir este descubrimiento al escocés James Bruce.

Y una vez superada la sección de provincianismos, podemos entrar en materia.

Verán en todas partes que el Nilo Azul tiene su fuente en el etíope Lago Tana. Pero como por vocación soy tocapelotas, me he metido aquí con lanza y escudo a cuestionar ese origen. Mis bases se sostienen en poco más que el mapa que cuelgo a continuación...


Como se puede apreciar, hay un caudal que entra al Lago Tana por el suroeste, antes de que el Nilo salga del lago en dirección a Jartum, capital de Sudán, donde se une al Nilo Blanco. Esa parece ser la auténtica fuente del Nilo Azul. En Google Maps se aprecia mejor, con el nacimiento entre las localidades de Durbete y Debre Tsehay.


Ver mapa más grande

Fue en el Hotel Ghion de Bahir Dar, a orillas del Lago Tana, cuando oí por primera vez sobre esa historia. De hecho, Ghion es uno de los nombres etíopes que, históricamente, se le ha dado al Nilo. Los polos del personal de aquel antro establecimiento tenían serigrafiado un dibujo esquemático del lago en el que se situaba el nacimiento del Nilo Azul en el lugar arriba mencionado. Pregunté al recepcionista por el dibujo y desplegó un hermoso mapa sobre el mostrador, en el que me enseñó la fuente con más detalle. Recuerdo poco más que que se lo atribuyó a "unos investigadores" y en mi cuaderno de viaje no aparece nada más al respecto. En ese mapa, incluso se apreciaba -y así lo hacía notar el empleado- que el río tiene su propio curso dentro del lago, antes de salir de éste. Pero nunca aprenderé aquella máxima de no postergues una foto para mañana cuando la puedas hacer hoy, porque más vale foto en tarjeta que ciento volando. Y, como resultado, ahora no lo puedo mostrar. A cambio, os puedo dejar una de la salida del Nilo del Lago Tana.


Ya puestos, comentaré que el control del agua del Nilo es un elemento estratégico en la región, sobre todo, en los países atravesados por sus aguas. Dicho así esto suena a evidencia total, pero quizá convenga añadir que, recientemente, Etiopía ha iniciado un controvertido proyecto (bajo el nada pretencioso nombre de Proyecto de la Presa del Gran Renacimiento Etíope) para aprovechar en mayor medida este precioso recurso. Entre otras cosas que desconozco, servirá para generar electricidad que los etíopes planean exportar a los países vecinos, algunos de ellos, energéticamente deficitarios, como Kenia. Huelga decir que a Sudán y, sobre todo, a Egipto, les hace poca gracia que le cierren el grifo de esta manera. Pero es que el primer ministro local, Meles Zenawi, aprovechó las revueltas egipcias de este año para iniciar disimuladamente unas obras que antes le habían estado vetadas por el país norteafricano. Un buen amigo, el señor Meles.

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