A menos de una semana para las elecciones en Kenia, nadie sabe muy bien qué va a pasar. Lo que todos los locales con los que he hablado desean es que los comicios transcurran de manera pacífica. Y, en cualquier caso, como hay dos rondas electoral salvo victoria por mayoría en la primera (lo cual sería una sorpresa, según todas las encuestas), si acaso las movidas vendrían más bien a mediados de abril, cuando se preve la votación de desempate entre los dos candidatos que cuenten con mayor apoyo en la primera ronda. Pero, como digo, nadie quiere que se repita una oleada de violencia postelectoral como la de finales de 2007 y principios de 2008, en la que murieron unas 1.300 personas y al menos 300.000 resultaron desplazadas.
A continuación dejo una serie de opiniones variadas sobre la intención de voto de gente de mi alrededor.
Pero antes de empezar, para hacerse una idea de cómo está el asunto, quizá convendría conocer qué dicen las encuestas de intención de voto.
La última (de Ipsos Synovate) se conoció el pasado viernes y otorgaba una ligera ventaja a Uhuru Kenyatta, de la tribu kikuyu, el keniano más rico de Kenia, hijo del primer presidente del país e imputado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad durante la violencia postelectoral de 2007/8, viceprimer ministro y extitular de Finanzas.
La anterior, publicada por Infotrak el pasado día 16, mostraba un ajustada ventaja a favor del actual primer ministro, Raila Odinga, de la tribu lúo y principal aspirante al cargo, junto con Kenyatta.
¿Qué ha pasado entre medias?
Bueno, no ha sido entre medias, sino el día 15, uno antes de conocerse el resultado de la penúltima encuesta. El caso es que no pudo afectar a esa encuesta, pero sí podría haberlo hecho con la siguiente, en la que Kenyatta gana por décimas.
Sucedió que el Tribunal Superior de Justicia de Nairobi allanó el terreno para que Kenyatta y su aliado y aspirante a vicepresidente, el también imputado por la CPI William Ruto, concurrieran a los comicios. Varios grupos civiles presentaron ante el citado tribunal una petición para que los dos imputados no pudieran presentarse. Los magistrados se lavaron las manos diciendo que aquello no quedaban dentro de su jurisdicción y que las quejas, al maestro armero. Y donde pone maestro armero, léase Tribunal Supremo.
En esos días se conoció una amenaza supuestamente efectuada por la secta kikuyu Mungiki, autores de parte de la masacre de hace cinco años. Amenazas al sistema judicial -si se bloqueaba la candidatura de Kenyatta, al que los Mungiki consideran en el texto su candidato- y a los embajadores occidentales por decir lo que los blancos pensamos: que como los kenianos voten a un tío imputado (no acusado por la Fiscalía de la CPI, imputado) y que luego sea condenado por la CPI (los juicios comienzan los días 10 y 11 de abril), ojito el marrón que ellos mismos se van a echar encima.
¿Qué más pasó esos días? Que al presidente de Kenia, Mwai Kibaki, se le cayeron los pantalones en público. Lo siento, pero esto no puedo dejar de colgarlo.
También pasó (a principios de mes) que el analista político Mutahi Nguyi publicó su hipótesis "La tiranía de los números", según la cual, si se acepta que cada tribu votará a su candidato (complicado en el caso kikuyu, que tienen cuatro opciones, pero él asume que todos votarán por Kenyatta, de la coalición Jubilee), éste tiene todas las opciones de ganar, tomando como referencia el censo electoral.
Pero esta teoría hace aguas en cuanto empiezas a preguntar a la gente, que es de lo que en un inicio iba esta historia. ¿A quién votarán mis conocidos? Pues ahí va:
Un activista lhuya de clase baja: "Apoyo a Raila Odinga [lúo], por lo que pueda hacer por la gente, pero no voy a votar. Nunca he votado. La política me parece un juego sucio. Votas a alguien de buena fe, pero cuando las elecciones llegan, quizá los candidatos han malgastado el dinero..."
Un activista kikuyu de clase media-alta: "Claro que voy a votar. Sé que no voy a votar por la desconexión de la comunidad internacional, por quienes desarmarían el país en cuestión de meses [en referencia a Uhuru Kenyatta y William Ruto]. Peter Kenneth y Martha Karua me parecen los más limpios, pero Raila Odinga sería mi voto natural".
Una limpiadora kalenjin de clase media-baja: "No lo sé, no hay ninguno que me guste del todo. Quizá vote a Mudavadi [lhuya]".
Un taxista kikuyu de clase media: "Voy a votar a Uhuru [kikuyu]. Si quisiera un buen líder votaría a Martha Karua, a Peter Kenneth o a Ole Kiyiapi, pero aquí votamos por tribus. Uhuru es el kikuyu que más opciones de ganar tiene. Y no quiero que gane Odinga". Este es el sentir de muchos seguidores de Kenyatta.
Un taxista lúo de clase media: "Raila Odinga puede hacer muchas cosas por la gente de este país".
Una modista lúo de clase baja: "Mi apoyo es para Odinga".
Una profesora y doctora universitaria, lúo: "Creo que no voy votar". Pero asegura que su simpatía va para Odinga antes que para Kenyatta.
Un profesor de yoga maasai, gay: "Voy a votar a Martha Karua [kikuyu]. Soy feminista y ella es la única mujer que se presenta. Pero tengo decidido mi voto desde hace muchos años. El único error que le puedo achacar es haber apoyado a Kibaki en 2007, cuando éste robó las elecciones".
Una licenciada universitaria, lúo: "A Odinga. Es de mi tribu. Es abierto y sabe lo que quiere". Luego cuenta que probablemente, después de votar, se vaya a Kampala, donde estudió, porque tiene miedo de lo que pueda pasar en Kenia.
Un guarda de una urbanización, de la tribu lúo: "Apoyo a Odinga. Tiene mucha experiencia en política".
Un afamado músico, kikuyu, de clase media-alta: "Voy a votar a Martha Karua. Creo que Martha puede llevar a cabo una importante construcción institucional, necesaria en este país. Creo que representa una ruptura con el pasado y que tiene muy claros los principios legales [es titulada en Derecho con carrera en la magistratura keniana]. Pero le debe una disculpa al país por su actuación durante la violencia postelectoral [en la que apoyó el fraude electoral de Kibaki]. Tiene que hacer las paces con el país por eso".
Si quieres más información sobre las elecciones de Kenia y los aspirantes, quizá estas entradas antiguas te puedan ayudar.
1- ¿Quién quiere ser presidente?, publicado el 13 de junio de 2012
2- Ejercicios de calentamiento para Kenia 2013, publicada el 26 de diciembre de 2012
3- Campaña, publicada el 31 de enero de 2013
A continuación dejo una serie de opiniones variadas sobre la intención de voto de gente de mi alrededor.
Pero antes de empezar, para hacerse una idea de cómo está el asunto, quizá convendría conocer qué dicen las encuestas de intención de voto.
La última (de Ipsos Synovate) se conoció el pasado viernes y otorgaba una ligera ventaja a Uhuru Kenyatta, de la tribu kikuyu, el keniano más rico de Kenia, hijo del primer presidente del país e imputado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad durante la violencia postelectoral de 2007/8, viceprimer ministro y extitular de Finanzas.
La anterior, publicada por Infotrak el pasado día 16, mostraba un ajustada ventaja a favor del actual primer ministro, Raila Odinga, de la tribu lúo y principal aspirante al cargo, junto con Kenyatta.
¿Qué ha pasado entre medias?
Bueno, no ha sido entre medias, sino el día 15, uno antes de conocerse el resultado de la penúltima encuesta. El caso es que no pudo afectar a esa encuesta, pero sí podría haberlo hecho con la siguiente, en la que Kenyatta gana por décimas.
Sucedió que el Tribunal Superior de Justicia de Nairobi allanó el terreno para que Kenyatta y su aliado y aspirante a vicepresidente, el también imputado por la CPI William Ruto, concurrieran a los comicios. Varios grupos civiles presentaron ante el citado tribunal una petición para que los dos imputados no pudieran presentarse. Los magistrados se lavaron las manos diciendo que aquello no quedaban dentro de su jurisdicción y que las quejas, al maestro armero. Y donde pone maestro armero, léase Tribunal Supremo.
En esos días se conoció una amenaza supuestamente efectuada por la secta kikuyu Mungiki, autores de parte de la masacre de hace cinco años. Amenazas al sistema judicial -si se bloqueaba la candidatura de Kenyatta, al que los Mungiki consideran en el texto su candidato- y a los embajadores occidentales por decir lo que los blancos pensamos: que como los kenianos voten a un tío imputado (no acusado por la Fiscalía de la CPI, imputado) y que luego sea condenado por la CPI (los juicios comienzan los días 10 y 11 de abril), ojito el marrón que ellos mismos se van a echar encima.
¿Qué más pasó esos días? Que al presidente de Kenia, Mwai Kibaki, se le cayeron los pantalones en público. Lo siento, pero esto no puedo dejar de colgarlo.
También pasó (a principios de mes) que el analista político Mutahi Nguyi publicó su hipótesis "La tiranía de los números", según la cual, si se acepta que cada tribu votará a su candidato (complicado en el caso kikuyu, que tienen cuatro opciones, pero él asume que todos votarán por Kenyatta, de la coalición Jubilee), éste tiene todas las opciones de ganar, tomando como referencia el censo electoral.
Pero esta teoría hace aguas en cuanto empiezas a preguntar a la gente, que es de lo que en un inicio iba esta historia. ¿A quién votarán mis conocidos? Pues ahí va:
Un activista lhuya de clase baja: "Apoyo a Raila Odinga [lúo], por lo que pueda hacer por la gente, pero no voy a votar. Nunca he votado. La política me parece un juego sucio. Votas a alguien de buena fe, pero cuando las elecciones llegan, quizá los candidatos han malgastado el dinero..."
Un activista kikuyu de clase media-alta: "Claro que voy a votar. Sé que no voy a votar por la desconexión de la comunidad internacional, por quienes desarmarían el país en cuestión de meses [en referencia a Uhuru Kenyatta y William Ruto]. Peter Kenneth y Martha Karua me parecen los más limpios, pero Raila Odinga sería mi voto natural".
Una limpiadora kalenjin de clase media-baja: "No lo sé, no hay ninguno que me guste del todo. Quizá vote a Mudavadi [lhuya]".
Un taxista kikuyu de clase media: "Voy a votar a Uhuru [kikuyu]. Si quisiera un buen líder votaría a Martha Karua, a Peter Kenneth o a Ole Kiyiapi, pero aquí votamos por tribus. Uhuru es el kikuyu que más opciones de ganar tiene. Y no quiero que gane Odinga". Este es el sentir de muchos seguidores de Kenyatta.
Un taxista lúo de clase media: "Raila Odinga puede hacer muchas cosas por la gente de este país".
Una modista lúo de clase baja: "Mi apoyo es para Odinga".
Una profesora y doctora universitaria, lúo: "Creo que no voy votar". Pero asegura que su simpatía va para Odinga antes que para Kenyatta.
Un profesor de yoga maasai, gay: "Voy a votar a Martha Karua [kikuyu]. Soy feminista y ella es la única mujer que se presenta. Pero tengo decidido mi voto desde hace muchos años. El único error que le puedo achacar es haber apoyado a Kibaki en 2007, cuando éste robó las elecciones".
Una licenciada universitaria, lúo: "A Odinga. Es de mi tribu. Es abierto y sabe lo que quiere". Luego cuenta que probablemente, después de votar, se vaya a Kampala, donde estudió, porque tiene miedo de lo que pueda pasar en Kenia.
Un guarda de una urbanización, de la tribu lúo: "Apoyo a Odinga. Tiene mucha experiencia en política".
Un afamado músico, kikuyu, de clase media-alta: "Voy a votar a Martha Karua. Creo que Martha puede llevar a cabo una importante construcción institucional, necesaria en este país. Creo que representa una ruptura con el pasado y que tiene muy claros los principios legales [es titulada en Derecho con carrera en la magistratura keniana]. Pero le debe una disculpa al país por su actuación durante la violencia postelectoral [en la que apoyó el fraude electoral de Kibaki]. Tiene que hacer las paces con el país por eso".
Si quieres más información sobre las elecciones de Kenia y los aspirantes, quizá estas entradas antiguas te puedan ayudar.
1- ¿Quién quiere ser presidente?, publicado el 13 de junio de 2012
2- Ejercicios de calentamiento para Kenia 2013, publicada el 26 de diciembre de 2012
3- Campaña, publicada el 31 de enero de 2013
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