Nunca antes he estado en esta situación. Quizá sea por eso que me estimula y asusta a partes iguales.
Viví un año en Italia, pero sabía que aquello tenía fecha de caducidad. El poco más de medio año en China fue en condiciones similares. No hablemos ya de las siete semanas en Sudáfrica. Todo era finito y lo sabía.
Cuando mañana tome el avión en Barajas rumbo a Nairobi estaré haciendo algo totalmente novedoso para mí: coger un vuelo de ida, sin saber cuándo voy a regresar.
Claro que la circunstancia me anima, pero es inevitable que me dé miedo. Si de algo me he dado cuenta preparando mi marcha a Kenia ha sido de que soy un completo ignorante en la materia. Y, al comentar mis preocupaciones con familia y amigos, he descubierto que no soy el único. Por eso quería aprovechar este hueco para tratar de acercar la actualidad africana a quien esté dispuesto, como yo, a querer enterarse de qué va. Inevitable comenzar pidiendo disculpas por los errores que comenteré, típicos del aprendiz, pero prometo emplearme a fondo.
Sois todos bienvenidos.
3 comentarios:
¡¡¡¡Enhorabuena!!!!
Me alegro muchísimo por ti. África...qué pasada...
Mucho ánimo y, como bien dices, tesón y paciencia para el comienzo.
Desde Pekín, una de tus lectoras.
Y que el cosquilleo de no ser finito en su origen sea una motivación. Mua!
Qué alegría que nos vayas a contar desde ahí. Necesitamos saber, tratar de entender algo.
Desde un poco más al norte (pero no tanto en las maneras), un abrazo y los mejores deseos para este viaje!
¡Muchísima suerte en tu aventura!
Estaré atenta, y aunque no prometo leerlo siempre, te tendré cerquita para enterarme de lo que vaya pasando y de las cosas interesantes que pones, que siempre se aprende algo nuevo ;)
¡Un beso!
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