Tres años ya desde que aterricé aquí. Quizá este haya sido el año más flojo, el menos emocionante, en el que menos he viajado, pero que aun así ha dejado grandes momentos. Aquí recopilo algunos de ellos.
Viajé a Gabón para cubrir un congreso pestiño, pero tuve la ocasión de intercambiar unas palabras con el expresidente sudafricano Frederik De Klerk.
Las elecciones kenianas transcurrieron sin demasiada hostia, y como resultado, un imputado por crímenes contra la humanidad dirige ahora el país.
Visité el increíble Parque Nacional de Samburu, hogar de algunas especies raras como...
Allí me alojé en uno de los hoteles más alucinantes en los que jamás haya estado: el Saruni. Vale cada céntimo de lo que cuesta.
Me metí en un proceso judicial tras un robo... aunque no me llevó a ninguna parte, más allá de hacerme perder paciencia y tiempo. Pero de estas cosas siempre se aprende algo.
La Unión Europea me llevó de viaje por Kenia un par de días, para ver proyectos que dieron lugar a divertidas historietas, como la del mercado de camellos o la de los collares bovinos contra la mosca tsé-tsé...
Volví a Iten, meca del atletismo keniano, y de camino pasé por el espectacular bosque tropical de Kakamega.
Una expedición de personajes variados hizo cima en el Monte Kenia. Como son chicos con suerte, la vista al amanecer eran... nubes que no dejaban ver más allá de 10 metros. Antes de eso, y para prepararlo, subimos a Elephant Hill, en la cordillera de los Aberdares.
También se ha quemado el aeropuerto de Nairobi entre medias, justo el día en que me iba de vacaciones, pero eso merece una entrada aparte.
Y bueno, me lancé a escribir un extenso texto sobre la corrupción en Kenia. Que con el tiempo que llevaba acumulando recortes de prensa, pues me lo voy a volver a promocionar aquí, ¿no?
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| ...como una visitilla a la mezquita Kongo y sus gigantescos baobabs, en la costa sur de Kenia |
Viajé a Gabón para cubrir un congreso pestiño, pero tuve la ocasión de intercambiar unas palabras con el expresidente sudafricano Frederik De Klerk.
Las elecciones kenianas transcurrieron sin demasiada hostia, y como resultado, un imputado por crímenes contra la humanidad dirige ahora el país.
Visité el increíble Parque Nacional de Samburu, hogar de algunas especies raras como...
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| ...el gerenuk, un antílope cuellilargo que juega a ser jirafa |
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| ... la orejuda cebra Grevy |
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| ...o la jirafa reticulada |
Allí me alojé en uno de los hoteles más alucinantes en los que jamás haya estado: el Saruni. Vale cada céntimo de lo que cuesta.
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| Las vistas desde el dormitorio, por ejemplo, no son nada del otro mundo |
Me metí en un proceso judicial tras un robo... aunque no me llevó a ninguna parte, más allá de hacerme perder paciencia y tiempo. Pero de estas cosas siempre se aprende algo.
La Unión Europea me llevó de viaje por Kenia un par de días, para ver proyectos que dieron lugar a divertidas historietas, como la del mercado de camellos o la de los collares bovinos contra la mosca tsé-tsé...
Volví a Iten, meca del atletismo keniano, y de camino pasé por el espectacular bosque tropical de Kakamega.
Una expedición de personajes variados hizo cima en el Monte Kenia. Como son chicos con suerte, la vista al amanecer eran... nubes que no dejaban ver más allá de 10 metros. Antes de eso, y para prepararlo, subimos a Elephant Hill, en la cordillera de los Aberdares.
También se ha quemado el aeropuerto de Nairobi entre medias, justo el día en que me iba de vacaciones, pero eso merece una entrada aparte.
Y bueno, me lancé a escribir un extenso texto sobre la corrupción en Kenia. Que con el tiempo que llevaba acumulando recortes de prensa, pues me lo voy a volver a promocionar aquí, ¿no?
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